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domingo, 18 de noviembre de 2018

Lc 13, 24-32. La 2ª venida de Cristo en nuestros días

¿QUIÉN ME DARÁ CRÉDITO? ¿A QUIÉN LE IMPORTARÁ LO QUE DIGO HOY? ¿ALGUIEN ME ESCUCHARÁ?
Por Francisco Javier Madueño Valero
En el Evangelio de hoy, el sacerdote en la Misa no debería reinterpretar las palabras de Jesús o descartar aquello que puede dar yu-yu. Hay que ser fiel a la Palabra de Dios.
La tentación es irse a la predicación fácil y retórica y ocultar.
Jesús en el Evangelio de Marcos cap.13 del v.24 al v.32 no está hablando de la hora de la muerte como a algunos les gusta interpretar. Está hablando de una cosa que medio mundo no cree posible, y el otro medio parece que lo duda, incluida a veces pareciera que la misma Iglesia.
La 2ª venida de Cristo. La definiva. Insisto, no es la venida personal de cada uno en la hora de la muerte, es la 2ª venida acompañada de signos cósmicos visibles. No son palabras de 2ª categoria. No son palabras menores, ni son palabras para reinterpretar porque han pasado 2018 años desde el nacimiento de Cristo.
Jesús dice a sus discípulos hoy claramente que volverá glorioso, y que aunque nos advierte que el día y la hora nadie lo sabe, sólo el Padre, no le quita valor, como observo que algunos hacen hoy.
Se nos tiende a decir que no hay que estar pendiente del fin del mundo, que eso ya lo hacen las sectas. Efectivamente, estar pendiente así no. Dar fechas como han hecho las sectas, no, pero proclamar el Evangelio completo, si. Y este Evangelio nos narra un hecho que va a suceder. Lo dice Jesús y yo lo creo.
Que no haya sucedido aún, no es motivo para dudar o no creer o reinterpretar la palabras desviandolo a la "hora de nuestra muerte". No es esa la enseñanza hoy de Jesús.
Jesús quiso que su Iglesia supiera estas cosas con un motivo, pero hoy ese motivo se está perdiendo y descafeinando con predicaciones alejadas de la verdad. ¡No mutilemos la Palabra de Dios!.
¿De que sirve saber estas cosas? ¿Quien se atreve a corregir a Jesús o ocultar sus palabras o desviar la atención en este día? Parece que la moda dominante es hacerlo así. Eso capta mi realidad.
Jesús habla de como será su venida. Da una descripción detallada, y dice más: dice que habrá una generación que verá esos signos y entonces deben acordarse de la higuera.
Jesús dice que su 2ª venida (no la muerte, sino la cósmica), ocurrirá inmediatamente en la generación que vea esos signos. ¿Entonces?
Si Jesús no quisiera que supieramos esto, no nos lo hubiera enseñado. Y nos dicen algunos: no hay que estar pendiente de los signos porque nadie sabe el momento. Y yo digo: "Eso no es lo que dice Jesús exactamente". Jesús da una llamada a la advertencia especialmente a una generación. No era la suya evidentemente, ni la posterior. ¿Puede ser esta? ¿Por qué no?, -digo yo.
¿De que sirve saber esto? Algunos piensan que de nada. Yo no estoy de acuerdo. Yo pienso que esto no son amenazas, ni meter miedo, sino que para el cristiano son signos y noticias de esperanza. Que el mundo no haya terminado ya no es noticia de alegría, como creen algunos. Es noticia de que aún estamos en la esperanza, y que si se hubiera cumplido ya, habrían llegado ya los cielos nuevos y la tierra nueva donde habita la justicia.
Aún con todo esto, para alguno será preferible no estar en esto, ni mirar a esto. Lógicamente no vamos a estar todos los días mirando al cielo, pero al menos en esta época del tiempo litúrgico deberíamos reflexionar, y como dice el apóstol San Juan, "todo el que tiene esperanza en su venida, se purifica" (purgatorio en la tierra).
Y todavía habrá quien piense que Jesús habló en este pasaje de todo menos de lo que habló. Su 2ª venida gloriosa y el momento del inicio del juicio final.
Los primeros cristianos lo tuvieron claro, y vivieron con esta esperanza. ¿La tenemos hoy nosotros? ¿Se nos enseña en la Iglesia a tener esta esperanza? ¿O somos tan lógicos como la lógica del mundo y eludimos dar crédito a la Palabra de Dios?

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